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Estrenos… Hermosa Juventud de Jaime Rosales

 
Que una película tenga el sello de Jaime Rosales es… inquietante. Él tiene su estilo, pero en cada uno de sus films nos sorprende con alguna técnica distinta. Eso es positivo, porque a quien le gusta el cine, experimenta con él. No voy a entrar a valorar el contenido de sus trabajos anteriores, porque eso va más allá del estilo, es cuestión de gustos y sabe bien Rosales que a veces lo que cuenta y cómo lo cuenta no es para todos los gustos. Parece que hay ciertos espectadores que no están listos para ver humanizados a quienes consideran ‘monstruos’… y cuando digo ‘humanizado’ me refiero al sentido ‘animal’ de la palabra… A la mente me viene, en concreto, Tiro en la cabeza.
Pero vamos a lo que toca analizar ahora, su última propuesta: Hermosa juventud. No es un thriller psicológico y tampoco una de terror, pero desconcierta y asusta a partes iguales. Es un arma de doble filo, de doble lectura: los habrá que encuentren en ella la excusa perfecta para verbalizar la idea de que ‘la generación ni-ni tiene lo que se merece’, y otros que comprendan que dicha situación es consecuencia directa de las acciones de quienes precisamente verbalizan el pensamiento anterior.
Cada cuál hará su propia reflexión, y la conclusión a la que lleguen los unos y los otros no estará inducida por el director. Jaime Rosales tiene la capacidad de adentrarse en el universo personal de ciertos individuos, -menospreciados por la sociedad- pero sin juzgarlos. Él observa y expone lo que pasa, lo que pasa de puertas para dentro y de puertas para fuera, y lo más importante, lo hace sin dar ningún tipo de lección moral. Digamos que simplemente es un genio de la empatía.
No sólo el fondo llama la atención en Hermosa juventud. En esta ocasión Jaime Rosales apuesta por la naturalidad absoluta en la imagen y en las interpretaciones, en este sentido cabe destacar el talento de los dos actores elegidos para relatar esta historia: Ingrid García Jonsson y Carlos Rodríguez. Quizá sea pronto para decirlo pero aquí huele a Goya, para mí han sido toda una ‘revelación’, sobre todo ella. Y además de este acierto, otro: el director rompe con la linealidad habitual con un curioso elemento narrativo, el del wassap. Los momentos más importantes en la vida de los protagonistas son mostrados ante el público como una sucesión de fotos y videos hechos con el móvil. Una mirada subjetiva que invita a quien no participe de este tipo de comunicación a, al menos, descubrirla e intentar comprenderla.
Espero y deseo que ni sus jóvenes actores, ni este film pasen desapercibidos para la Academia, del mismo modo que no lo han hecho en el pasado Festival de Cannes. Sea así o no, Jaime Rosales ha dado salida a una película necesaria y aunque su argumento sea desalentador, de vez en cuando es conveniente que alguien denuncie la realidad, sobre todo ante quienes viven al margen de ella.
 
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10

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