Entré en el cine con muchas expectativas, el primer largometraje dirigido por Emilio Aragón me había dejado muy buen sabor de boca y no esperaba menos de Una noche en el viejo México. Y más si cabe a sabiendas de que se había trasladado hasta Brownsville, Texas, para rodar, y de que llenaba la pantalla el gran Robert Duvall. Pero según iba avanzando la trama, más me preguntaba para mis adentros quién había dirigido a quién: si Emilio Aragón a Robert Duvall o Robert Duvall a Emilio Aragón. Ciertos detalles en el trabajo actoral me llevaron a apostar por lo segundo.
En Pájaros de papel se palpaba el toque de Emilio en cada momento, su presencia era evidente, era tierno… El guión era suyo y muy personal. Pero esta vez no. Esta vez ha optado por dirigir un texto ajeno, de William Dale Wittliff concretamente, el mismo que escribió el de Leyendas de pasión… Pero Emilio Aragón no es Edward Zwick, ni tampoco cuenta con el presupuesto que tiene él para sus películas y eso tiene sus consecuencias. Aún así admiro su valentía para embarcarse en semejante aventura internacional. Pero insisto, si lo que pretendía era dejar su sello, me temo que tendrá que ponerle más empeño en su próxima película.
Lo hecho hecho está, y ahora sus protagonistas defienden esta historia a muerte: la de un viejo vaquero de vuelta de todo y la de su joven nieto que, sin pretenderlo, da junto a él su primera vuelta. Es en definitiva una historia de egos, camuflada es una historia de superación, enredada en una previsible trama criminal. Egos hambrientos a los que sólo puede saciar una mujer: Patty Wafers, un personaje clave que, para mi gusto, queda injustamente rebajado… Quizá como resultado de esa lucha de egos masculina, quizá como resultado de un guión, no olvidemos, escrito por un tejano -sí, tengo mis prejuicios-.
Para rebatir esta percepción, hemos hablado directamente con la aludida, la actriz que encarna a esta estripper mexicana: una imponente Angie Cepeda.
C: Eres la única mujer en una película de hombres…
AC: Estoy de acuerdo…
C: ¿Esto es positivo o negativo?
AC: Yo creo que por todos los lados es positivo (risas) Es positivo porque es un personaje contundente en la historia, muy bien escrito, con profundidad… La mayoría de los personajes femeninos en proyectos americanos acompañan, están acompañando al protagonista o a algún secundario: es la mujer de, la amiga de… Pero en este caso no, no es un personaje que acompaña, es un personaje que tiene vida propia, una historia propia, y además interesante. El guión además está muy bien escrito, los personajes están bien diseñados y tienen matices, colores… es una fortuna.
C: ¿Qué opinas de los papeles femeninos en este tipo de argumentos? Quizá haya caído en el tópico de la prostituta, la estripper…
AC: Pero es que existe la mujer prostituta y existe la mujer estripper… Existen. A mí me gusta como está contado porque te das cuenta de que en realidad no va por ahí la cosa. A mi personaje se le ve una vez, y en realidad no me quito nada. Ella lo vive de una forma… que es lo chistoso y lo bonito, que también tiene humor, porque a ella no le gusta, y no lo disimula tampoco. No se hace la sexy, no se hace la nada, ella lo único que quiere es cantar y tiene un minutito para cantar una canción, pero los gringos, que además ella los llama pinches gringos, no la quieren oír, sólo la quieren ver, sí, los pechos, pero es una realidad, es lo que ocurre. A mí lo que me gusta es cómo el guionista cuenta la vida de esta mujer, como hay muchas, como existen… y el cómo ella se da cuenta de que no vale la pena vivir haciendo algo que realmente no la hace feliz, ¡por dos pesos! Y toma la decisión que toma, y eso es lo que me gusta, me gusta cómo la vida le cambia, las decisiones que toma, nunca es tarde… Eso es algo que no solamente le pasa a ella, le pasa a los tres personajes: los tres están solos, están en un momento terrible, lo han perdido todo… ¡Y se encuentran! La vida es así, la vida te pone oportunidades en el camino y uno tiene que estar atento. En medio de la oscuridad siempre hay una lucecita ahí que aparece.
C: ¿No crees que puede parecer, quizá, que Patty se deja llevar por un hombre -en este caso por el personaje que interpreta Robert Duvall-? Es decir que su salvación es un hombre…
AC: Yo creo que su salvación no es un hombre, porque ella toma una decisión sin saber si él va a venir con ella. Ella tiene puesta una coraza fuerte porque es lo único que le queda, la lleva porque es lo único que le hace aguantar el día a día, aguantar a todos esos borrachos que están ahí… Pero él la rompe, rompe la coraza con su calidez, con mirarla de otra manera, con decirle algo bonito. De repente le toca una fibra distinta, ve todo claramente y decide volver a casa, ella toma su decisión y después él decide acompañarla… Hay una gran diferencia.
C: Robert Duvall dijo de ti en una entrevista: “Angie fue la clave para llevar a buen puerto esta aventura”
AC: ¡Qué bonito! No sé por qué lo dijo… La verdad es que él fue muy lindo desde un principio. Estaban buscando a Patty y no la encontraban y de repente me llega esta información, de que estaban haciendo esta prueba, la hice, la envié y cuando él la vio, enseguida dijo que era yo, todos estuvieron de acuerdo afortunadamente… Y él me escribió un e-mail, y yo… imagínate, que te escriba un e-mail Robert Duvall, ¡es bastante surrealista! Me daba la bienvenida a la película y empezó a decirme cosas muy bonitas de la prueba, lo que había visto… eso ya habla de cómo es él, de qué tipo de persona es, ¡porque él no tiene necesidad de hacer eso! Te demuestra lo generoso que es. Es actor y sabe qué es lo que un actor necesita. Yo en ningún momento me sentí intimidada por él, todo lo contrario, siempre sentía que estaba de mi lado, de verdad con muchísimo respeto, porque una se puede sentir, yo particularmente, insegura, no se sabe si uno está dando la talla o no trabajando al lado de semejante monstruo… Es realmente una persona tan bonita…que diga eso, ¡qué maravilla!
C: ¿Cómo has visto a Emilio Aragón en su primera aventura en EE.UU.?
AC: Yo sé que tuvieron dificultades, como en cualquier rodaje, rodamos en 23 días, pero es que míralo cómo es Emilio, es un caballero. Emilio es una persona tan bonita, es cálido, es tan inteligente, tan fácil, tiene una calidad humana impresionante… Cómo se lleva un rodaje lo marca un director, si te toca un director histérico, todo el mundo está nervioso, pero si te toca un director tranquilo como es él, dentro de la dificultad, la cosas se van llevando bien. Fue clave que hubiera un equipo técnico maravilloso y que fuera coproducción con España porque hizo todo más divertido. Estaba el toquecito de los españoles, que yo los extrañaba un poco porque yo ya me había ido de España, entonces fue como una bocanada de aire fresco.
C: ¿Cómo te preparaste el personaje? Porque tú eres colombiana y Patty es mexicana…
AC: El acento un poco, porque yo no tengo tanto acento y para mí era importante que ella sí tuviera un acento muy marcado porque es una chica que está en la frontera, que no vive en Estados Unidos. También el cómo es esta mujer mexicana. La mexicana es diferente… en Latinoamérica todas las mujeres somos distintas, no podemos decir que las latinoamericanas somos todas iguales, una cosa es ser de la costa y otra ser del interior, empezando por mi propio país. Yo soy costeña, las chicas de Bogotá son totalmente distintas… Pero ahora que estuve en México rodando una película y antes que ya había hecho una investigación descubrí que las latinoamericanas sí tenemos mucho en común y yo me agarré a esas cosas que tenemos en común y las agrandé: las que tienen que ver con esa fuerza, con la determinación, también tenemos esa cosa muy de ser madres, de ir a por todo, ¡de super-woman! Que también lo tienen las españolas, ¿eh? Esa cosa de mujer maravilla. Yo creo que Patty tenía eso.
C: De todo el proceso, desde que comenzaste el rodaje hasta la distribución, ¿con qué momento te quedas?
AC: Todo el proceso ha sido muy lindo desde el principio hasta el final. Incluso ahora, hablar de una película puede ser un poco coñazo, pero es que realmente me encanta la película, me gusta hablar de la película porque me siento orgullosa de la película. Una anécdota no te sabría decir, lo que sí te puedo decir es que lo he disfrutad muchísimo. Realmente ha sido un regalo.