Todo son malas noticias con el fútbol, y es que la recaudación desde que empezó el campeonato ha vuelto a mínimos sólo comparables a anteriores mundiales o europeos.
La recaudación total del fin de semana pasado no alcanzó los 3 millones de euros, resistiendo el tirón únicamente Angelina Jolie y su Maléfica y X-Men.
No sólo es el fútbol el culpable porque el estado de desánimo en programadores y empresarios del sector ha hecho desplazar estrenos e incluso cerrar salas durante 3 ó 4 semanas.
Todo esto unido a que junio es un mes tradicionalmente malo para la taquilla, por el buen tiempo y los exámenes finales, provoca el pánico entre los que vemos como el cierre de cines es imparable.
Si no puedes con tu enemigo únete a él es lo que deben pensar algunas de las cadenas mayoritarias y su respuesta es proyectar los partidos. Lo que pasa es que esto es sólo un parche a la crisis del sector que parece no tener fin.
Quizás el futuro no esté tan ligado a las grandes cadenas de exhibición y sí en una vuelta a los cineclub y a las salas pequeñas donde el aficionado más cinéfilo busque refugio a tanta mediocridad televisiva.