Podríamos estar ante una de esas películas que se va ganando al público tras un estreno algo tímido. Y es que las buenas películas de género siempre lo hacen.
Convicto es drama carcelario en el que un joven es trasladado de un correccional a una prisión y allí se encuentra con su padre (también encerrado).
La película arranca como muchas otras películas del género, en lo que parece la habitual aplicación de normas para nuevos condenados. Pero enseguida se demuestra que estamos ante otra cosa. Un arrollador derroche de fuerza, violencia e intensidad interpretativa te dejan pegado a la historia desde entonces hasta que llegan los créditos, tras sus 106 minutos.
Su director, el escocés David Mackenzie (Perfect sense, Spread), imprime al guión un tono realista y toca varios temas con acierto. Uno de los que puede chirriar, a algunos (por la casualidad que supone, aunque también novedad) es la relación paterno filial. El hijo puede que esté allí siguiendo a su padre (de forma premeditada o no) o sea simplemente el azar. El padre trata de protegerlo y conocerlo algo más, de manera bastante torpe. Lo que más convence de la relación es que en definitiva sus problemas son de comunicación y podrían haberse desarrollado en otro ambiente sin apenas cambios.
El actor principal Jack O´Conell está en racha tras este papel y los de las películas estrenadas el año pasado ´71 y Unbroken (dirigida por Angelina Jolie). Ya participó de niño en This is England donde dejaba ya rastros de su coraje interpretativo. Y el elenco de secundarios no se queda atrás. Desde Ben Mendelsohn (impagable también en Animal Kingdom, que por cierto, podría tener puntos en común en el retrato de sus personajes) con una curiosa mezcla de dureza y vulnerabilidad, pasando por el psicólogo Rupert Friend (Homeland, Orgullo y prejuicio) o los papeles más de reparto de compañeros de presidio.
Hasta ahí la película podría ser algo más simple si no tocara, en ocasiones con más sensibilidad que en otras, temas como la homosexualidad, las mafias carcelarias, la amistad o las terapias de rehabilitación.
Si hay que ponerle alguna pega, puede que resulten rocambolescas algunas de las decisiones en el desenlace, que por supuesto no comentaré. Aunque finalmente se arregle con una escena y plano final emocionante y simbólico.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10